domingo, 26 de septiembre de 2010

Cuanto más oscuro es el licor, peor es la resaca

A ver… siempre me puse a pensar en esta pregunta –el tipo de licor que se tome, afecta en algo la dureza de la resaca?-, quizás lo experimenté muchas veces pero nunca saque conclusiones de los estudios realizados… Por qué? Díganme, quien se pone a redactar un paper cuando está resaqueado?
Un reporte hecho por Damaris Rohsenow et. al de la Universidad de Brown que será publicado en el próximo número de la revista científica Alcoholism: Clinical and Experimental Research, compararon mano a mano la resaca producida por el vodka y por el bourbon (whisky americano).
Para esto reclutaron a unos 95 voluntarios, todos jóvenes sanos con edades entre 21 y 33 años y se les dio una gaseosa libre de cafeína mezclada con bourbon, vodka o agua tónica, durante 2 noches seguidas (una con el licor y la otra con el placebo). Los voluntarios tomaron hasta que el nivel de alcohol en su aliento llegó hasta 0.11g% (cuando el límite máximo legal para manejar en nuestro país es 0.05g% ó 0.5g/L). Los trastornos en el sueño fueron similares con los 2 tipos de licor así como su capacidad de respuesta y atención. Esto es importante saber para determinar en qué punto uno puede volver a manejar después de una noche de copas.
Al otro día, se levantó a los voluntarios a las 7.00 AM y se les hicieron una pequeña evaluación acerca de sus resacas. Los que tomaron bourbon reportaron sentirse mucho peor que los que tomaron vodka, ya que los síntomas de la resaca (náuseas, pérdida de apetito, dolor de cabeza, sed) fueron más severos. Está por demás decir que los voluntarios que tomaron licor se sentían peor que los que tomaron el agua tónica (control).
Una de las razones podría ser que el bourbon contiene al menos 37 veces más componentes tóxicos que el vodka, sustancias orgánicas como la acetona, el acetaldehído, taninos y furfurales; que, si bien son sustancias que podrían considerarse tóxicas, son también los que le dan ese inconfundible sabor al whisky. Entonces, como regla sería que, cuanto más oscuro sea el licor, peor será la resaca. También debemos recordar que el cigarro empeora la resaca.
Personalmente, creo que también podría haber una relación directa entre el precio del trago y la severidad de la resaca. El Punto G, el Mixer, Feeling, Cool, Baccarat, Capitan Kid, entre otros dejan peor resaca que la Cerveza, Pisco, Whisky o Vodka; y comparando entre licores del mismo tipo; la cerveza Caral deja peor resaca que la Pilsen; el vodka Paramonga deja peor resaca que el Smirnoff y el ron Kankun de durazno deja peor resaca que el Flor de Caña de 12 años. Aunque hay una excepción con una botella de calientito (caña con infusión de alguna hierba), que a pesar que casi 2 litros cueste S/.2, no deja una fea resaca, y si le agregan miel y limón, tiene propiedades curativas y antiexpectorantes.

El cabello puede medir el nivel de estrés y predecir ataques cardiacos

Muchos estudios han encontrado una relación directa entre el estrés y los ataques cardiacos. Cuando una persona está estresada el sistema cardiovascular se ve afectado, la presión sanguínea aumenta, lo que puede generar problemas cardiacos. El estrés crónico, el cual es producto de los problemas laborales (tu jefe te maltrata, no acabaste el informe a tiempo, saliste con la secretaria del jefe), familiares (tu esposa te maltrata, debes cocinar todos los días temprano antes de salir al trabajo, dejar a los niños en el colegio y recogerlos), o financieros (le apostaste a Perú contra Canadá, pagar las letras de carro), también es responsable de muchas enfermedades cardiovasculares incluyendo el infarto de miocardio agudo. 

Pero, ¿cómo se da el estrés? Nosotros constantemente nos adaptamos y respondemos a los cambios en el entorno. Uno de los mecanismos de respuesta es hecho por el eje Hipotálamo-Pituitario-Adrenal (HPA). Cuando estamos sometidos a algún tipo de estrés físico o emocional se activan muchos sistemas neuroendocrinos (liberadores de señales celulares como las hormonas o neurotransmisores al torrente sanguíneo) quienes producen y liberan glucocorticoides, especialmente el cortisol, el cual es considerado como la hormona del estrés.

Los métodos tradicionales para medir el cortisol es en muestras de saliva, orina, suero o plasma; sin embargo, las medidas obtenidas serán sólo de la cantidad de cortisol secretado en ese día o en ese momento, y no reflejan el nivel de estrés en periodos prolongados de tiempo (el estrés crónico).

Estudios previos ya habían demostrado la presencia de cortisol en los cabellos, además estes se mantenía estable por aproximadamente 6 meses. Emily Webb et al. (2010) también demostró la presencia de cortisol en cabellos de momias peruanas de más de 2500 años de antigüedad. Si se sabe que el cabello humano crece alrededor de 1cm por mes, entonces tomando un cabello de 6cm de largo, podríamos conocer la cantidad de cortisol secretado por una persona en los últimos 6 meses.

Entonces, para determinar la relación entre el estrés y los ataques cardiacos, David Pereg et al. colectaron muestras de cabello de los 3cm más próximos al cuero cabelludo, para determinar los niveles de cortisol a los que fueron expuestos en los tres últimos meses 56 pacientes con problemas cardiacos y 56 pacientes con otros tipos de problemas que no sean cardiacos usados como control.

Los investigadores encontraron que los pacientes con problemas cardiacos tenían una mayor concentración de cortisol en el cabello (295.3ng/g) que los pacientes control (224.9ng/g). Las concentraciones de cortisol en el cabello se dividieron en cuatro y se analizó la proporción de pacientes con infartos de miocardio agudos (MI) y los que no sufrieron un infarto. Se observa claramente que cuanto mayor es la concentración de corticoide, mayor es la proporción de pacientes con infarto.

A diferencia de los métodos de cuantificación de cortisol en saliva, orina o suero donde sólo se obtiene los niveles en ese instante o durante ese día; el cabello nos permite saber a cuanto cortisol uno ha estado expuesto en los últimos meses y nos permite diagnosticar si se ha sufrido de algún tipo de estrés crónico, así como determinar su vulnerabilidad y prevenir cualquier tipo de infarto. Sin embargo, los resultados si bien son significativos no son muy uniformes, ya que el rango de concentración en los pacientes con problemas cardiacos fue de 105.4–809.3 ng/g, mientras que en los pacientes control fue de 76.6–949.9 ng/g. Al ojo uno puede ver que no hay una relación directa entre los noveles de cortisol y ataques cardiacos pero las estadísticas nos dicen lo contrario.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Los antibióticos se usaban desde hace 2000 años?

Muchos sabemos que el primer antibiótico fue descubierto – por pura casualidad – por Alexander Fleming, quien al parecer era una persona muy sucia y descuidada, además no cumplía con las buenas prácticas de laboratorio. En 1928, dejó una serie de placas con medio de cultivo sin lavar – como era de costumbre – y a su regreso vio que en una de ellas, donde antes había sembrado Staphylococcus aureus, se había contaminado con un hongo y que alrededor de esa colonia se había formado un halo transparente, producto de la lisis de las bacterias de S. aureus. Fue así que descubrió la famosa Penicilina.
Sin embargo, en 1980 Basett et al. demostró la presencia de tetraciclina – un antibiótico muy usado en nuestros días – en huesos de antiguos nubianos, quienes vivieron hace unos 2000 años en la región que hoy es conocida como Sudán, al sur de Egipto. Este hallazgo se hizo mediante el uso de microscopios de fluorescencia. Cuando se sometió a luz UV a los huesos, se observó una emisión luminosa (fluorescencia) a una longitud de onda de 490nm (verde amarillento) característico de la tetraciclina. La tetraciclina es producida por bacterias del grupo de las Streptomyces.
Los investigadores plantearon la hipótesis que al producir la cerveza, el grano usado en la fermentación contenía esporas o estaba contaminada con Streptomyces, un microorganismo típico de los suelos. Esta bacteria crecería en el fermentado tal como si fuera un pequeño biorreactor o un cultivo en lote (batch) y produciría la tetraciclina a gran escala. Pero, ¿los antiguos nubianos producían ocasionalmente estos lotes de tetraciclina o eran producto de una contaminación accidental con la bacteria en su cerveza?
Fue así que investigadores norteamericanos liderados por Mark Nelson solicitaron muestras de huesos para realizarle otro tipo de estudios más exactos. Lo que hizo Nelson et al. Fue disolver las muestras de huesos en ácido fluorhídrico (el ácido más peligroso del planeta) y luego separar los compuestos obtenidos mediante HPLC (una cromatografía líquida usando alta presión) y luego analizarlos con un espectrómetro de masas (para determinar el peso molecular exacto del compuesto). Usando estas dos técnicas identificaron que el principal compuesto que había en los huesos era la tetraciclina, la solución estaba completamente saturada de ella, lo que indicaría que este antibiótico debió haber sido consumido por largos periodos de tiempo, sugiriendo que los antiguos nubianos dominaban este tipo de fermentación y su consumo era parte de su dieta diaria.
Otro descubrimiento llamativo fue que también encontraron altas concentraciones de tetraciclina en el cráneo de un niño nubiano de 4 años, lo cual indicaría que se le dieron altas dosis del fermentado con el fin de curarle algún tipo de enfermedad.
Sin embargo, otra explicación igual de lógica podría ser que los antiguos nubianos nunca fueron conscientes de lo que hacían, sus jarrones donde fermentaban sus granos para producir cerveza ya estaban impregnados con esporas de streptomyces y cada vez que hacían un nuevo lote de cerveza, esta salía con una alta concentración de tetraciclina, ya que todos estos huesos pertenecían a una misma población. Si se encuentra los mismos resultados en huesos de otras poblaciones de nubianos, si se podría aceptar la idea que eran concientes de lo que estaban produciendo.


Referencia:
Nelson et al. 2010. American Journal of Physical Anthropology. DOI: 10.1002/ajpa.21340
Imagen vía eScience Commons.