viernes, 18 de marzo de 2011

ACCIDENTE NUCLEAR EN JAPÓN

Aquí hago una recopilación de las preguntas más importantes en torno al accidente nuclear de Japón, para poder despejar algunas de sus dudas y preocupaciones…

¿Qué impacto tendrá la radiación sobre la vida marina?
Bueno, los efectos no serían significativos si es que alguno de los elementos radiactivos desprendidos por la explosión, de cualquiera de los reactores, llega a caer al mar. En primer lugar, el Iodo-131 —por ser gaseoso— permanecerá en el aire, pero no ocurre lo mismo con el Cesio-137 (Cs-137) y el Estroncio-90 (Sr-90). El peligro de estos dos elementos se da cuando ingresan al organismo de un ser vivo.
El Cesio tiene una naturaleza química similar al Potasio ya que se encuentran en el mismo grupo (I-A). Entonces, si el Cs-137 entra al cuerpo de un animal, se comportará igual al K y será absorbido por los músculos, quienes lo usan como transmisor de los pulsos eléctricos para la contracción muscular. Los músculos empezarán a irradiarse y las células se dañarán.
Por otro lado, el Estroncio tiene una naturaleza química similar al Calcio por formar parte del mismo grupo (II-A); así que si el Sr-90 ingresa al cuerpo de un animal se depositará en los huesos, dañando la médula ósea, que es donde se forman todas las células de la sangre.
Por suerte los océanos están llenos de potasio y calcio —en forma de sales— reduciendo las probabilidades de capturar Cs-137 o Sr-90 por casualidad. Además, la cantidad de agua que hay en el Océano Pacífico es tan grande que estos elementos radiactivos estarán sumamente diluidos, reduciendo su peligrosidad.
El mayor problema ocurre cuando el Cs-137 y el Sr-90 contaminan los suelos o los pequeños reservorios de agua (lagunas, lagos y ríos), contaminando las plantas de las cuales se alimentan los animales de granja y los humanos. Una vez que estos elementos radiactivos entran al cuerpo de los animales, nosotros también nos contaminaremos a través de su carne o su leche.
Exactamente, ¿cuál es la tasa de dosis de radiación en la central nuclear de Fukushima Daiichi?
Esta ha sido una de las preguntas más confusas de todas, ya que en los medios de comunicación vemos valores de 400mSv/hr dentro de los reactores nucleares, 10mSv/hr en las compuertas, 850uSv/hr en otros lugares, 8uSv/hr a 20Km de distancia, etc. La tasa de dosis que debemos tomar en cuenta es aquella medida donde se encuentran los ingenieros y operarios que están tratando de controlar un desastre nuclear que parece inminente.

Si bien la tasa de dosis es relativamente alta, no corresponde a lo mencionado por los medios de comunicación. Los picos donde se elevó la tasa de dosis corresponden a las explosiones que se han venido dando en cada uno de los reactores a lo largo de la semana. Según el último reporte del Foro Industrial Atómico de Japón, la tasa de dosis en los límites de la central nuclear es de 646.2uSv/hr.
Esta tasa de dosis es bastante alta. Recordemos que la dosis máxima que pueden recibir las personas que están tratando de controlar un desastre nuclear es de 100mSv. A partir de esta dosis absorbida se incrementan los riesgos de contraer cáncer en los próximos años. En otras palabras, los efectos de la radiación en los trabajadores no serán observados ahora, sino dentro de unos años.
A una tasa de dosis de 646.2uSv/hr, cada trabajador podrá permanecer en la central nuclear por 154 horas antes de alcanzar los 100mSv. En otras palabras, podrán trabajar casi 6.5 días continuos. He aquí la importancia que se hagan relevos, aparte para darles descanso, para reducir su exposición a la radiación.
Si una persona está trabajando dentro del reactor, donde la tasa de dosis es de 400mSv/hr, en 15 minutos alcanzará los 100mSv permitidos, en 2.5 horas sufrirá de un envenenamiento ligero por radiación, en 9 horas tiene un 50% de probabilidad de morir en un mes y en 12.5 horas de todas maneras morirá en menos de 30 días. Por suerte, nadie trabaja dentro del reactor, sino en las salas de control donde las tasas de dosis son menores, pero aún así elevadas. Es por esta razón que nadie sabe a ciencia cierta cuan afectados se encuentran los tanques de contención debido a las explosiones.

¿Cuánto combustible nuclear hay en la central nuclear de Fukushima Daiichi?
Mucho, claro que dividido en sus 6 reactores. En total todo el complejo posee 1,760 toneladas métricas de combustible nuclear, tanto intacto como gastado. El reactor #3 —el más dañado de todos— tiene 90 toneladas de combustible nuclear; mientras que la piscina de almacenamiento del reactor #4, el cual ha perdido casi todo el agua del tanque donde se encuentra el núcleo, tiene 135 toneladas de combustible consumido, principalmente en forma de Plutonio.
Comparado con el que había en otros reactores que también sufrieron accidentes nucleares, el de Three Mile Island, Estados Unidos, tenía 30 toneladas de combustible nuclear que se derritieron por completo. Por otro lado, el reactor nuclear que explotó en Cernóbil tenía 180 toneladas de combustible nuclear.
¿Qué se pudo aprender del accidente nuclear de Chernóbil?
Primero, que los niños fueron los más perjudicados reportándose cerca de 6000 casos de cáncer de tiroides, entre los años 1991 y 2005, debido a los efectos del Iodo-131. El Iodo tiene una gran afinidad por la tiroides, es por esta razón que el gobierno japonés repartió miles de pastillas de ioduro de potasio (KI) a los pobladores que vivían cerca a la central nuclear de Fukushima Daiichi, esto para que la tiroides se sature con Iodo normal y el Iodo radiactivo ya no tenga donde unirse y sea eliminado del cuerpo.
Sin embargo, el momento en que se toman las pastillas de ioduro de potasio es crítico. Por ejemplo, si son tomadas un día antes de la exposición al Iodo radiactivo, la efectividad será del 80%; si son tomadas durante el momento de la exposición, la efectividad será del 100%; sin embargo, si son tomadas 8 horas después de la exposición, su efectividad se reduce al 30%. En niños y madres gestantes, el riesgo de contraer cáncer de tiroides es mayor que en adultos, así que muchas veces ya no es necesario que personas mayores de 20 años tomen las pastillas de KI.
Pero, el Iodo radiactivo también puede contaminar los pastizales de los cuales se alimentan las vacas, dando como producto leche contaminada con Iodo-131. Una forma de evitar esto es llevando a pastear a las vacas a otras regiones libres de contaminación o almacenando los productos lácteos por unos 80 días —10 veces el tiempo de vida media del Iodo-131 (8 días)— para que los niveles de Iodo radiactivo sean prácticamente cero.
El principal problema radica en el Cesio-137, el cual entra fácilmente en la cadena alimenticia y tiene un tiempo de vida media de 30 años. En Chernóbil el Cesio-137 entró a la cadena alimenticia a través de los suelos donde crecían las plantas, y los animales de granja que comían estas plantas contaminadas. Una solución es quitar, por lo menos, de medio metro a un metro de la superficie del suelo para eliminar el Cesio-137 de las tierras de cultivo.
Si el Cs-137 ingresa al cuerpo, puede permanecer hasta por dos meses, irradiando nuestros huesos y la médula ósea, afectando la regeneración de las células de nuestra sangre, provocando anemias y debilitando el sistema inmune. También existe unmétodo para eliminar el Cesio radiactivo usando un pigmento llamado azul de Prusia. Esta sustancia se une al Cesio facilitando su eliminación.
Para terminar, la principal diferencia entre el accidente de Chernóbil y el de Fukushima es que, en el primero, el reactor estaba funcionando a máxima potencia; mientras que en el segundo, el reactor se apagó cuando se cortó el fluido de energía eléctrica debido al terremoto y tsunami. El accidente de Chernóbil no pudo ser controlado, ya que cuando vieron que las cosas andaban mal ya era demasiado tarde, a los pocos minutos explotó el reactor.



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